¿Influye nuestro útero en los problemas de espalda?
¿Influye nuestro útero en los problemas de espalda?
El útero puede provocar y favorecer diferentes problemas de espalda y lesiones músculo-esqueléticas. Cualquier víscera u órgano, cuando está en disfunción (que no es lo mismo que enfermedad, disfunción significa solo mal funcionamiento), puede provocar una serie de síntomas propios de cada órgano y síntomas a niveles músculo-esquelético como contracturas musculares, reflejos dolorosos o bloqueos articulares.
En muchas ocasiones hemos escuchado a alguna mujer comentar como su dolor de espalda aparecía o se incrementaba durante la menstruación, incluso que una hernia discal sólo se volvía sintomática durante los días de la regla.
¿Qué forma el sistema ginecológico de la mujer?
El sistema ginecológico de la mujer está ubicado en el abdomen, justo detrás del hueso pubis. Está compuesto por:
– Los ovarios
– Las trompas de Falopio
– El útero
– Las mamas: forman también parte del sistema ginecológico. Estas no se encuentran en el abdomen, sino en el tórax. Son 2 mamas las que una mujer debe de tener y entre ellas existe cierta asimetría.
¿Qué problemas puede provocar la disfunción del útero en la espalda?
Una disfunción ginecológica puede provocar problemas músculo-esqueléticos no tan solo ubicamos en la espalda, los más frecuentes son:
- Ciáticas, dolor lumbar o lumbalgia crónica
- Trocanteritis, sobre todo cuando se presenta en el lado derecho.
- Con frecuencia se suele producir la inflamación de la inserción de los tendones de la pata de ganso, situados en la cara interna de las rodillas, aunque con mayor frecuencia se produce en el lado derecho
- Pubalgias, problema en aductores
- Síndrome del piramidal
- Dolor en ingles
- Amenorreas, dismenorreas
- Tendinitis en la inserción cubital de la muñeca provocando el llamado síndrome del canal de Guyon.
- Lumbalgias por bloqueo de la quinta vértebra lumbar que con el tiempo puede evolucionar a una hernia discal L5-S1 hacia el lado derecho.
- En mujeres post-menopáusicas es frecuente ver acúmulo de líquidos alrededor de los tobillos, normalmente de tipo indoloro. Este acúmulo de líquido se ve incluso en mujeres con un retorno venoso normal.
¿Por qué se altera el sistema ginecológico?
En esta imagen podemos ver la relación del sacro y el útero, ambos unidos por el ligamento útero sacro. Éste se inserta en la zona lateral del cuerpo y cuello del útero (fijan el cuello uterino) y se dirige hacia la parte posterior al sacro insertándose lateralmente por dentro de los agujeros anteriores sacros. Es por ello que los movimientos del sacro repercuten sobre estos ligamentos inclinando el útero, explicando como una disfunción del sacro puede provocar una dismenorrea o lumbalgias de aparición antes o durante la menstruación, por ejemplo.
También hay que tener en cuenta que los procesos uterinos como partos, desequilibrios hormonales, infecciones, etc., también modifican el estado de tensión ligamentaria y puede ser que sea el útero quien genere la propia disfunción en sí, pero normalmente a causa de
Un estrés de vida alto y mantenido en el tiempo puede debilitar el organismo afectando entre otras posibilidades al correcto funcionamiento del sistema ginecológico.
Además, hay dos factores causales, la alimentación y el factor emocional:
- Factores nutricionales: como no puede ser de otra forma, el tipo de dieta influye directamente sobre el sistema ginecológico de la mujer. Por ejemplo: todos los alimentos que generen un aumento de toxinas en sangre perjudicarán al útero.
- Factores emocionales: el sistema ginecológico, siguiendo los principios de la medicina oriental y de la psicología, se ve afectado negativamente por emociones vinculadas al miedo, inseguridad y falta de autoestima en el ámbito de la procreación y educación de los hijos. Hacerse preguntas constantes como ¿Seré capaz de educar a mis hijos?, ¿Quiero realmente tener hijos? ¿Quiero realmente ser madre?, ¿Y si el embarazo me hace mal? Entre muchas otras.
¿Cómo abordamos desde la fisioterapia y la osteopatía el tratamiento?
En consulta, el primer paso consiste en hacer un exhaustivo interrogatorio a la paciente para recoger pistas que nos puedan ayudar a diagnosticar correctamente el origen de las molestias de la zona lumbar.
Evaluaremos las posibles disfunciones en la zona lumbar baja, revisando la biomecánica del sacro y de las lumbares y trataremos con manipulaciones las zonas de menos movilidad para que estas no influyan negativamente en la biomecánica de la propia articulación ni posteriormente en la función del útero, ovario, etc.
Una vez corregido, se comienza a efectuar el tratamiento visceral, manipulando los niveles vertebrales de los que salen los nervios que inervan las vísceras comprometidas, quitaremos tensión al diafragma para equilibrar las presiones de la caja torácica y la zona de los órganos. Luego pasaremos a tratar la zona baja del vientre para trabajar el útero, los ovarios y ligamentos colindantes. Estas técnicas consisten en dar elasticidad al tejido visco-elástico que recubre toda la zona, a mejor libertad de la víscera mejor funcionalidad de la misma. Y en algunas ocasiones, en las que todo esto no sea suficiente para dar movilidad al útero, realizaremos una técnica intracavitaria en la que movilizaremos el cuerpo y cuello del útero quedándose sin ninguna restricción.
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