Artrosis: qué es, cómo reducir los síntomas y consejos prácticos para vivir mejor
¿Qué es la artrosis?
La artrosis (u osteoartritis) es una enfermedad articular degenerativa en la que se produce un desgaste progresivo del cartílago que recubre los huesos. Este cartílago actúa como amortiguador y permite que el movimiento sea suave y sin fricción.
Cuando empieza a deteriorarse:
- Los huesos pueden rozarse entre sí,
- Aparece inflamación,
- Se reduce la movilidad,
- Y surge el dolor característico.
Las articulaciones más afectadas suelen ser:
- Rodillas
- Caderas
- Manos
- Columna
- Dedos del pie
Aunque no tiene cura definitiva, sí existen formas eficaces de controlar sus síntomas y mantener la funcionalidad articular.

¿Por qué aparece la artrosis?
Las causas más comunes incluyen:
- Edad (el factor de riesgo principal)
- Genética
- Obesidad (sobrecarga articular, especialmente en rodillas y caderas)
- Lesiones previas
- Sobrecarga mecánica (trabajos repetitivos, deportes de impacto)
- Alteraciones de la alineación (rodillas en valgo/varo, pies planos o cavos)
La combinación de varios factores aumenta la probabilidad de desarrollarla.
Síntomas habituales
- Dolor articular que aumenta con la actividad y mejora con el reposo
- Rigidez, sobre todo por la mañana o tras estar mucho tiempo sentado
- Inflamación leve
- Pérdida de movilidad
- Crujidos o sensación de “roce”

Cómo reducir los síntomas de la artrosis
La clave es abordar la artrosis desde varios frentes: movimiento, fuerza, control del peso, cuidados diarios y, si es necesario, apoyo terapéutico.
1. Ejercicio: el tratamiento más efectivo
El movimiento bien dosificado es esencial para mejorar la función y reducir el dolor.
Las actividades más recomendadas son:
- Fortalecimiento muscular (especialmente cuádriceps, glúteos y core)
- Movilidad articular suave
- Caminar diariamente
- Natación o aquagym
- Bicicleta estática
- Pilates o ejercicios de control postural
El ejercicio fortalece los músculos que protegen la articulación y mejora la lubricación del cartílago.
2. Control del peso
Reducir incluso un 5–10% del peso corporal puede disminuir considerablemente la carga sobre las articulaciones, especialmente en rodillas y caderas.
3. Terapia manual y fisioterapia
Un fisioterapeuta puede ayudar mediante:
- Movilización articular suave
- Técnicas para reducir la tensión muscular
- Programas de ejercicio personalizados
- Educación para gestionar el dolor
4. Termoterapia
Aplicar calor local ayuda a reducir la rigidez y relajar la musculatura.
En momentos de inflamación puntual tras mucho esfuerzo, puede ser útil hielo durante 10–15 minutos.
5. Suplementación y nutrición
Aunque no sustituyen al ejercicio, algunos suplementos pueden apoyar la salud articular (consulta siempre con un profesional sanitario).
Una dieta rica en nutrientes antiinflamatorios como omega 3, cúrcuma o vegetales de hoja verde también ayuda a modular la inflamación.
6. Adaptaciones en el día a día
- Evita posturas mantenidas demasiado tiempo.
- Alterna actividad y descanso.
- Usa calzado adecuado con buena amortiguación.
- Mantén una buena higiene postural, especialmente al levantar cargas.
- Utiliza bastón o ayudas técnicas si hay brotes de dolor intenso.

Consejos prácticos para convivir mejor con la artrosis
- Muévete cada día, aunque sea poco. La inactividad empeora los síntomas.
- Fortalece tu musculatura, porque es tu mejor aliado para proteger las articulaciones.
- Escucha tu cuerpo: adapta el esfuerzo, pero no dejes de hacer actividad.
- Cuida tu peso para aliviar las articulaciones.
- Practica ejercicios de bajo impacto, como caminar o nadar.
- Utiliza calor para la rigidez y frío para inflamaciones puntuales.
- Mantén una actitud activa en tu tratamiento: la artrosis no desaparece, pero se puede controlar muy bien.
Conclusión
La artrosis no tiene por qué limitar tu vida. Con una combinación adecuada de ejercicio, hábitos saludables, cuidado postural y, cuando se necesite, tratamiento fisioterapéutico, es posible mantenerte activo, disminuir el dolor y preservar la movilidad de tus articulaciones.
En nuestra clínica Impulsa Fisioterapia, tratamos no solo esta enfermedad en consulta, sino que disponemos de grupos de ejercicio terapéutico y pilates para trabajar la fuerza y movilidad del cuerpo en general e intentar disminuir o prevenir los síntomas de esta u otras enfermedades o lesiones. Infórmate sin compromiso de todos nuestros tratamientos más adecuados para tu patología.
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